– Cuando la muerte tiene memoria genética-
Esta semana fui al cine a ver la sexta entrega de una saga que marcó una época (y muchas pesadillas): Destino Final.
La película se llama Lazos de sangre y, honestamente, fui con muy pocas expectativas. Para mí, la primera es la mejor. Las siguientes fueron bajando de nivel, aunque la cinco tiene su toque, nada que ver, para serte sincera.
Así que, cuando vi que habían sacado una sexta película, pensé “¿en serio? ¿todavía les queda qué contar?”. ¡Venga! Hagamos la maratón y nos vamos a ver la sexta.
Y es que la verdad, hacía tiempo no encontraba algo que me atrapara en el cine, entonces me animé. Y la verdad es que me llevé una sorpresa. No es que sea una joya del cine de terror ni que te vuele la cabeza, pero es entretenida, respeta un poco la esencia original y, lo más importante: me enganchó.
¿De qué va esta vez la cosa de destino final?
Como en todas las pelis de la saga, hay una persona que tiene una visión horrible de una muerte múltiple (aunque está vez si que fue múltiple). Esa visión le permite evitar la tragedia… al menos por un rato.
Pero aquí, el enfoque cambia un poco. No es la típica escena inicial con un personaje principal viendo cómo mueren todos y salvándose en el último segundo. Esta vez, nos presentan a una chica que lleva meses soñando con la muerte de su abuela.
Pero no como un sueño cualquiera: lo vive como si ella fuera la abuela y estuviera muriendo una y otra vez. Así de intenso.
Ese tormento la lleva a buscar respuestas. Va donde su familia, que no quiere hablar del tema de su abuela. Pero ella pregunta y pregunta y aunque todo el mundo se hace el loco, al final le cuentan que la abuela sigue vive y está un poco rayada.
Resulta que la señora lleva años desaparecida, aislada e ignorada por todos. La tildaron de loca, le quitaron la custodia de sus hijos y se fue quedando sola. Solo se comunica con ellos por medio de cartas oscuras, con profecías macabras y cosas así. Nadie quería saber de ella… hasta ahora.
La nieta finalmente la encuentra y ahí se revela el misterio: la abuela tuvo una visión décadas atrás, una de esas al estilo Destino Final, que le permitió salvar a un montón de gente de una tragedia monumental.
Pero claro, como la muerte no se queda tranquila, desde entonces ha estado cazando a todos los que se salvaron… uno a uno… durante años.
Y como se ha demorado tanto, no sólo va a por los que debieron morir sino que va a por sus hijos, y a los hijos de sus hijos.
Por eso el título de Lazos de sangre. La muerte ya no está yendo tras los sobrevivientes de ese evento inicial, sino tras sus descendientes.
Porque ese “error en la línea de la muerte” se ha ido arrastrando por generaciones, y ahora, con la abuela, que es una de las últimas de esa época, muriendo, la cadena se reactiva.
¿Locura o destino?
Al principio, la protagonista piensa que la abuela está chiflada. Incluso cuando le muestra un libro en el que ha documentado cada muerte de estas personas, cada coincidencia, cada señal de que esto es real. No le cree… hasta que la abuela muere en sus narices y empieza a sentir y ver más cosas raras.
Y ahí empieza el festival de muertes absurdas, inquietantes, típicas de esta saga. Una tras otra. Primero muere el hijo mayor de la abuela y según la línea seguiría el hijo mayor de él, pero resulta que aunque vemos que la muerte le asecha, se salva de milagro.
Entonces, poco después muere la hija (la que seguía) y todos quedan en shock, porque se saltó uno. La explicación es un clásico de los dramas familiares: el hijo mayor no es realmente de la sangre del papá. Así es, la madre tuvo una aventura y le endosó el hijo al señor 🙁
Y como no comparte la sangre de la línea “contaminada por la visión”, la muerte lo ignoró. Ahí ya todos empiezan a entrar en pánico. Porque ahora sí entienden que esto es real y quedan solo cuatro hasta cerrar el círculo.
Entre el absurdo y el suspenso
Y aquí es donde la peli mezcla lo terrorífico con lo absurdo.
Porque es ese tipo de miedo que no viene de un asesino con cuchillo o un demonio del inframundo. No. Aquí el “enemigo” es la muerte misma, esa fuerza invisible que juega a las probabilidades y te mata con una pelota, una tapa de alcantarilla, un tenedor mal puesto o una secadora rebelde.
Ese tipo de situaciones que uno dice “bueno, eso sólo pasa en las películas”… pero que igual te dejan pensando: “¿y si me pasa a mí?”.
Es un terror raro, a ratos cómico. No porque dé risa, sino porque el nivel de coincidencias y absurdos lo hace casi ridículo.
Y sin embargo, ahí estás, viendo cómo uno tras otro se va muriendo y preguntándote cómo va a morir el próximo.
Un homenaje a las anteriores
Lo curioso es que esta sexta entrega es que hace pocos guiños a las películas anteriores, salvo quizás la “última muerte”.
Hay una escena que recuerda mucho a una muerte clásica de la saga (no te haré spoiler, pero si eres fan, la vas a notar).
También se explora la idea de que no siempre la gente realmente “muere” cuando creemos que sí. Hay un momento en que reviven a alguien que se ahogó, y días después descubren que en realidad no murió del todo… así que la muerte regresa por ella.
Es como si dijeran: no puedes escaparte tan fácil, querida.
¿Vale la pena ver Destino final lazos de sanfre?
A ver, si lo tuyo son los terrores con asesinos, posesiones demoníacas o cosas más psicológicas, probablemente esta saga no te atrape tanto.
Yo, por ejemplo, me asusto más con Freddy Krueger, Jason, o el maldito payaso de It. Pero Destino Final tiene algo distinto: te muestra que la muerte puede llegar de las formas más tontas, más aleatorias, más inesperadas.
Y eso… sí no me da tanto miedo.
Te lo he dicho muchas veces, no me gusta el cine de terror, pero estas películas tienen algo que me engancha. Tal vez porque es un miedo más existencial. Te hacen pensar en cómo podrías morir tú misma por una cadena de cosas absurdas. Y eso… te deja tocada.
Además, me divertí.
Hacía rato no disfrutaba tanto viendo una peli. Y aunque hay momentos donde dices “¡venga ya! esto es demasiado”, igual sigues mirando, esperando el próximo giro.
Porque de eso se trata esta saga: de muertes creativas, sustos visuales y un toque de humor macabro.
¿Y tú, cuál es tu destino final?
Te la recomiendo si eres fan de la saga o si buscas algo diferente.
No esperes una obra maestra, pero sí un buen rato frente a la pantalla. Y si ya la viste, ¡cuéntame! ¿Qué te pareció? ¿Qué muerte te impactó más? ¿Te gustó este giro generacional?
Y, ya que estamos en el tema… ¿alguna vez has sentido que la muerte te ronda, que escapaste por poco? ¿Qué opinas tú de eso del destino?
Porque al final, si algo nos enseña esta saga, es que por mucho que corramos… la muerte siempre encuentra el camino.
Ficha técnica Destino Final: Lazos de Sangre
Título original: Final Destination: Bloodlines
Título en español: Destino Final: Lazos de Sangre
Año: 2025
País: Estados Unidos
Género: Terror, Suspense
Duración: 1h 50min
Directores: Zach Lipovsky y Adam B. Stein
Actores: Kaitlyn Santa Juana como Stefani Reyes Campbell, Teo Briones como Charlie Reyes Campbell, Richard Harmon como Erik Campbell, Owen Patrick Joyner como Bobby Campbell, Anna Lore como Julia Campbell, Rya Kihlstedt como Darlene Campbell, Brec Bassinger como Iris Campbell (joven), Gabrielle Rose como Iris Campbell
