En el episodio número 3 de la primera temporada de la Casa del Dragón llamado: “El segundo de su nombre” nos hemos topado con que el tiempo ha pasado demasiado rápido. ¿No te parece?
Recordemos que al final del capítulo dos, llamado “El Príncipe canalla”, la trama quedó en el anunció del Rey Viserys de que se iba a casar con Alicent. Por otro lado, Lord Corlys Velaryon estaba hablando con el Príncipe Damon sobre empezar una guerra en Peldaños de Piedra que está siendo invadido por el Alimenta Cangrejos.
Este tercer capítulo comienza tres años después de estos sucesos. Arranca contándonos que el Rey está de celebración por el segundo año de vida de su hijo Aegon II (segundo), y que ha convocado a todos los lores del reino a una gran fiesta y una cacería en su honor.
Vemos igualmente que la Reina Alicent está en un estado de embarazo muy avanzado, lo que significa que hay otro hijo en camino.
Nos encontramos a la Princesa Rhaenyra alejada de toda esta celebración, molesta con su amiga y ahora madrastra y con su padre, porque no la tiene en cuenta para nada… O al menos, así lo siente ella.
Daemon, por su parte, lucha en una guerra en la costa junto a la familia Velaryon. Guerra que al parecer van perdiendo, por más que tengan dragones en su bando.
El hermano de Lord Corlys escribe una misiva al Rey pidiendo ayuda, que él termina dando, porque al fin y al cabo Daemon es su hermano y quiere apoyarlo, aunque no lo ha hecho en los tres años de guerra que llevan en esta zona.
En la cacería las alianzas políticas y las especulaciones están a la orden del día. Rhaenyra termina yendo pero no se siente a gusto con lo que pasa. Se muestra especialmente molesta cuando descubre que su padre esté buscando casarla.
Al fin y al cabo, ya tiene 17 años y debería empezar a preocuparse de tener un hogar.
Y ella siente que en cualquier momento dejará de ser la heredera del trono que pasará a su hermano varón.
Vemos una huída por parte de la Princesa, una Reina que trata de hablarle a un marido que está sumido en el alcohol y la pena, y a un Lord Mano haciendo alianzas políticas (por el bien de su Rey, aparentemente). Incluso le propone al Rey que comprometa a su hija con el nuevo hijo que acaba de cumplir dos años para que no la molesten más.
Solamente una persona se le acerca y le propone al Rey que una a su hija con el hijo de Lord Corlys, para así arreglar un poco la situación entre las dos familias.
No diré que el capítulo es malo, porque Daemon nos da una escena final para alquilar balcón.
Resulta que el Rey decide apoyarlo mandando diez barcos y dos mil hombres, para que así puedan ganar esta guerra. Al fin y al cabo, como él dice en su misiva: “aunque estemos separados no es mi deseo verte fallar en tu camino”. ¡Qué bonito!
Pero lo cierto es que Daemon no lo ve así y entra en una furia ciega tal que acaba con todo el problema de un plumazo.
Bueno, ni tanto así, pero lo cierto es que se arma una buena. Prácticamente él solo acaba con todo el ejército del Alimenta Cangrejos.
Finalmente el Rey habla con la Princesa Rhaenyra, que le confiesa a su padre lo enojada que está porque él solo la ve como un intercambio político, ya no como su heredera. Y él le jura que no piensa cambiar de opinión, que ella seguirá siendo su heredera.
Cosa que dudo que llegue a buen pie, porque la Mano y la Reina están abogando para que cambie de idea. Muy sutilmente, como suelen hacer ellos las cosas.
Como conclusión, puedo decir que el capítulo no estuvo del todo mal. Un poco apresuradas las cosas, eso sí. Pero nos muestra a una Princesa Rhaenyra fuerte, que quiere luchar, que está dudosa, pero decidida y aunque enojada quiere ser la Reina algún día.
Vemos a una Alicent centrada en su rol de Reina, madre, mediadora y manipuladora. A un Rey Viserys agotado, alcohólico y soñador. Y a un Daemon desafiante, loco y luchador.
Nos seguirán dando buenos momentos, de eso no me cabe duda. Ahora solamente queda esperar a ver qué nos trae los próximos 5 capítulos que le quedan a esta temporada.
Cuéntame en los comentarios ¿Qué opinas de este tercer capítulo? ¿Te gustó?
¿Piensas como yo que las cosas pasaron demasiado rápido? ¡Te leo en los comentarios!
