Cuando Moisés nació estaba un faraón más loco que una cabra que tenía la creencia de que pronto iba a nacer aquel que liberaría a los hebreos, por lo cual mandaba a matar a todos los hijos varones nacidos de sus esclavos. Por lo tanto la madre de Moisés para evitarle este fin tan horrible, decidió meterlo en una cesta de mimbre y tirarlo al río, si estaba de buenas sería salvado, sino pues se ahogaría, pero contó con la buena suerte de ser rescatado por la hija del Faraón que no tenía hijos y decidió adoptarlo y criarlo como propio, siendo tratado como un Príncipe.
La nana que lo amamantó fue su verdadera madre que estuvo cerca de él los primero años de su vida, luego creció con todos los derechos reales, pero no soportaba las injusticias y le dolía la forma en que eran tratados los sirvientes. Esto le ocasionó un problema, pues por tratar de defender a uno de los siervos, mató al capataz, sepultándolo en las arenas, pensando que nadie lo iba a descubrir. Luego trató de salvar a una anciana de ser aplastada y ahí se tuvo que enfrentar a su hermano, que no le gustó esta intromisión y lo acusó delante de su padre de ser un revoltoso y estar de acuerdo con los esclavos, esto le valió el destierro de Egipto.
En el desierto se encontró con unos nómadas que tenían un rebaño de ovejas, entre las chicas estaba Fedora que sería más tarde su esposa, sintió el llamado de Dios que le dijo que debía volver a Egipto y liberar a todos sus hermanos, pero él no se explicaba cómo podría lograr tamaña hazaña. Dios le dijo que todo llegaría por sí solo, así que regreso a Egipto y se enfrentó con su hermano Ramses que por su puesto no iba a permitir que se llevara a sus esclavos, ni más faltaba.
Entonces ante tanta resistencia le tocó al de arriba amarrarse los pantalones y mandarles unas cuantas plagas a ver si los ablandaba, pero nada que aflojaba y decían que eso eran puros trucos de magos, que cualquiera podía convertir el agua en sangre o hacer caer animalitos desde arriba. Lo mismo que convertir la noche en día o viceversa, hasta que el propio Faraón en medio de su soberbia dijo la próxima plaga, que era darle muerte a todos los primogénitos, pues como por la boca muere el pez, fue el primero en probar el poder que tiene la palabra dicha con soberbia, y tenga pa que lleve, su propio hijo fue de los primeros en pagar el pato y que hay si de una les dice que se pueden ir cuanto antes mejor, no vaya a ser que termine con toda la ciudad.
Pero cuando ya se están yendo, la mujer lo hace recapacitar y quiere que le traiga la cabeza de Moisés y como “bobo cabreado mata a la madre”, que arranca con todo su ejército a toda mecha a tratar de impedir que se vayan y los alcanza
cuando están atravesando el rio, Moisés con su varita mágica abre las aguas para que pasen todos y el Faraón creyendo que su ejército también podría los manda pal matadero, pues ahí quedaron todos ahogados, pues las aguas se volvieron a juntar, después de que el rebaño de Moisés pasó.
Así que al Faraón le toco devolverse con el rabo entre las patas sin haber logrado nada, solo que se diezmara su ejército y con el desprecio de la mujer y la pérdida de su hijo.
Dirección: Roger Young
Año: 1995
Duración: 2:55 min.
Protagonistas: Ben Kingsley, Christopher Lee, Anna Galiena, Enrico Lo Verso, Philippe Le Roy, David Suchet, Geraldine McEwan,
